Por Oriana de Las América
Son muchas las especies que han muerto por “la burralidad” de algunos conductores del sur de Bolívar, que le falta formación ecológica y respeto por los animales. Cuando un conductor ve una especie silvestre cruzando la carretera, no solo siente ansiedad criminal, sino que al acelerar aumenta la adrenalina del homicida animal, que No le interesa que la acción de aumentar la velocidad, pone en peligro su propia vida.
Son mucho los animales que son sacrificados injustificadamente en el camino: Cuando el dueño de automotor cree que esto es un deporte o un juego; si ve un zorrillo, oso hormiguero o serpiente; matarlo es un trofeo, sin entender que colocan en riego a muchas especies endémicas de la región.
Se requiere que cuando las autoridades de transito entreguen la licencia de conducción, se evalué su psicología a estos sujetos que violan normalmente la normatividad vigente; esta mala conducta ha disminuido las especies que han sufrido aún más por la inclemencia del verano, la caza furtiva y los incendios forestales.
El desequilibrio natural es aún peor, porque comienza la primera etapa para la exterminación de la especie humana, los perores animales del reino animal que se creen superiores a las otras especies.