“Ni mis hijos… ni yo, tenemos coronavirus, es un falso positivo del alcalde de San Pablo”: Madre

“Ni mis hijos… ni yo, tenemos coronavirus, es un falso positivo del alcalde de San Pablo”: Madre

“Me regresó el alma al cuerpo, cuando recibí los exámenes Negativo del COVID-19” así habló, Yudys María Serrano Osorio, la madre del pequeño de un año seis meses de nacido que, en el municipio de San Pablo, Bolívar, le diagnosticaron coronavirus positivo y que desde ese momento vivió un infierno interminable, por el rechazo total de la gente.

“No solamente el examen del niño, sino de la niña y el mío, salieron negativo; a pesar que sigo confinada y sin salir, porque siento miedo del rechazo generalizado; ni en la tienda cuando compro me quieren vender un tomate” afirma con tristeza.

“Llegó a mis oídos que un grupo armado pensaba quemarme mi rancho, que es de tabla, sólo por el hecho de traer el coronavirus a San Pablo; mis vecinos huyeron del miedo y dejaron sus casas solas, al ver que tenían al mismo diablo al lado; todos me discriminaron; recibí un castigo injusto, que me marcó para siempre y cambio mi condición de vivir” afirma.

Ella narra que el error se inició, cuando oficialmente decían que era una adolescente de 14 años, cuando tiene 24 años edad; que además procedía de Norosí y Tiquisío, pueblos que ella NO conoce, ya que nació en Nechí, Antioquía.

“Tuve que acudir al hospital San Antonio de Padua de Simití, luego al hospital Manuel Elkin Patarroyo de Santa Rosa del sur, porque NO encontré en el hospital Local de San Pablo, una atención adecuada para mi niño, que sufre de neumonía” señala con nostalgia.

“Este fue el indicativo, la lectura que me dieron, NO les podía creer; porque un médico me dijo que, si mi niño tenía afección pulmonar, el coronavirus, lo hubiese matado de un tajo” afirma con suprema credibilidad.

“Un daño que me hizo el alcalde de San Pablo, Bolívar, Omar Bohórquez Rojas, al informar al pueblo, que mi niño tenía coronavirus; me destruyó totalmente mi vida, y pasaran muchos años, para que yo y mi familia, se repongan de los daños tan duro que nos ocasionó, el rechazo de toda la sociedad de San pablo, que yo he aprendido amar y a respetar en los límites que me da, mi pobreza” habla quebrantándosele la voz.

“Viví muchas horas de zozobra y miedo en mi rancho… soñaba que, si me dormía, no me levantaría para hacerle el desayuno a mis hijos, solo para que ellos siguieran viviendo y haciendo travesuras, lo que suelen hacer todo el día, porque son niños y desconocen la maldad” habla con nostalgia.

“¿Porque alguien me haría daño a mí y a mis hijos? hace tres días que la alcaldía se presentó con un humilde pero sagrado mercado que recibí con bendiciones; ya que me colocaron en una situación difícil, de hambre y miseria; porque nadie me quería vender quinientos pesos de tomate o cebolla.

Hoy mi situación es crítica, no tengo ni papel higiénico, ni mucho menos pañales para mis hijos; estoy en un abandono de indigencia, que, si desayuno, No almuerzo” responde llorando.

“Donde está el presidente, Iván Duque, donde esta Defensor del Pueblo, Negrete; donde está el Procurador, donde está la justicia que NO la veo; todo ha cambiado para mí, porque vivo en un país sin rumbo; con indiferencias, donde la noticia oficial, acabó con todos mis sueños y mis esperanzas, nunca me había sentido tan excluida” termina diciendo con un nudo en la garganta.

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