Escolástica, dedicó toda su vida, hacer los mejores dulces de Simití

Escolástica, dedicó toda su vida, hacer los mejores dulces de Simití

Simiteñas que se recuerdan por la magia de hacer dulces, aun sus nombres retumban en el subconsiente de los degustadores del pueblo más antiguo del Magdalena Medio; una tradición que podríamos decir que es heredada del siglo XVI.

Las conservas de toronja de Demetria Iglesias Hernández; Victoria Ortiz, con su panelitas de leche, las arropillas de Libia Ríos, que esperaba que los niños y niñas pasaran por su al frente para venderle un dulce torcido; las conservas de Felicia Pontón; las cocadas de Candelaria, la compañera del carpintero del pueblo, Juan Berruezo; Los Cabellitos de Ángel de Magdalena Iglesias y de Lilia Toloza; entre tantas mujeres que se dedicaron por tradición ancestral a preparar y vender por las calles los más ricos dulces de Simití,

Escolástica Iglesias Carreño, es la mujer que ha dedicado parte de su vida, haciendo los mejores dulces de Simití, Bolívar. No es uno, sino incontables, donde se destaca, el dulce de guandú, arroz de leche otros manjares que regala en Semana Santa a sus amigos y pariente.

Así como la señorita Escolita; son muchas las mujeres simiteñas que, en esta época de Semana Santa, dieron un banquete de los mejores manjares de frutas exóticas y súper-exóticas de la región que más produce frutas silvestres; como la piñuela, La tamaca, Guayaba Sabanera, La piña-piñuela, algarrobo, cañafístula, uvita de lata, entre otras frutas que crecen en el monte, que de seguro ustedes no han probado en el mundo.

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