
Gobernador de Bolívar y Director de la UNGRD anuncian inversión de $17 mil millones para evitar inundaciones en La Mojana
Buenas noticias para los habitantes de La Mojana bolivarense. Tras una reunión entre el gobernador Yamil Arana y el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Carrillo, se anunció una inversión de $17 mil millones, destinada a la operación de 25 mil horas de maquinaria amarilla para reducir el impacto de las inundaciones y proteger a las comunidades afectadas por el desbordamiento del río.
Dos pasos clave para contener las inundaciones
Las obras estarán divididas en dos fases. La primera intervención se realizará en el Canal La Esperanza, con trabajos de ampliación que evitarán que el agua llegue al punto crítico conocido como Caregato.
“Ya están las máquinas en Achí. El ensanchamiento del Canal La Esperanza será el primer paso antes de cualquier otra intervención en la zona de Caregato. Primero debemos ampliar el canal para reducir la presión en el sector que ha sido intervenido en el pasado sin éxito”, explicó el gobernador Yamil Arana.
El segundo paso será una intervención directa en Caregato, el punto del río Magdalena donde históricamente se han generado rupturas, provocando graves inundaciones que afectan a miles de familias y arrasan cultivos.
“La Mojana recuperará la esperanza. El canal es demasiado estrecho y el mismo río lo está socavando. Vamos a ayudar al río a seguir su curso natural y evitar que continúe abriéndose paso por el boquete en Caregato. Con esta intervención, reduciremos el flujo de agua en esa zona de 1.000 a 70 metros cúbicos”, explicó Carlos Carrillo, director de la UNGRD.
Un llamado a la confianza en las soluciones definitivas
El director de la UNGRD hizo un llamado a la comunidad de La Mojana a tener paciencia y confianza en este plan de intervención, destacando que esta vez las obras ofrecerán una solución definitiva a un problema que por años ha afectado a miles de personas.
Con esta inversión y los trabajos programados, se espera reducir significativamente el riesgo de nuevas inundaciones, protegiendo a las familias, la producción agrícola y la estabilidad de la región.