Murió la última de la dinastía de Agustín Barba, el simiteño que engendró 62 hijos.
Doris Isabel Barba de Bustillo, la última de la dinastía de Agustín Barba, el simiteño que engendró 62 hijos; ella falleció a los 86 años de edad en la ciudad de Barranquilla, este 29 de agosto del presente anuario.
“Uno siempre vuelve a los viejos sitios donde amo la vida” con este letreo que estaba plasmado en la pared del patio de su casa, en el barrio Las Nieves, de la capital del Atlántico, Doris Isabel falleció pensando que moriría feliz, al regresar al sitio antiguo donde jugo en la niñez “casquito” (cocina de niñas); nació el 24 de octubre de 1936, en una familia humilde, pero de un padre promiscuo que engendró la bogadita de 62 hijos; en los que se recuerdan Luis Napoleón Barba López, alcalde por 14 años del municipio de Simití; Milciades Torres Barragán, diputado, alcalde, y cónsul de Panamá; Gonzalo, Samuel, Nicolina Torres, Nemesio, Nimia, Pompilio, Marina Barba; Marcelino, Aníbal Chávez, Euclides y paro NO alargar la lista, porque si no lleno el texto de nombres.
Doris Isabel, tuvo 7 hijos, uno fallecido, mientras los 6 restantes están vivos: Enrique, Manuela, Peter, Arelis, Joaquín y Shirley Bustillo; su esposo Joaquín Antonio Bustillo con el cual vivió 65 años, completaron 16 nietos y 13 bisnietos, convirtiéndose en una familia prolifera.
Su madre, la niña Juana Alcocer, buscando nuevos horizontes llegó a la ciudad de Barranquilla; llegó al lado de su hermano Euclides Alcocer; en una travesía interminable de una balsa que arrastraba madera por el río Magdalena.
Allí, en la Arenosa, conoció a un joven u apuesto seños, Joaquín Bustillo, con quien conformó su hogar y, se estableció en el barrio popular de Las nieves, en el cual vivió hasta que dejó de respirar.
Con sus propias manos ayudo a su esposo a construir su propia casa, en la que aún viven muchos de sus hijos; ellos, compraron el terreno. Siempre fue muy afable, cariñosa y tierna como las de la dinastía Barba; era las que se sacaba la cuchara de la boca para darle de comer al que llegaba de visita. Fue una gran abuela con todos sus nietos, a los cuales educó y amó con una profunda idoneidad. Fue trabajadora, vendía helado, hacía sopas y entre ella y su marido, pudieron sacar adelante a sus 6 hijos. Sin completar sus estudios, le costaba escribir, pero al final y bastante mayor lo pudo hacer, se lo propuso y lo consiguió.
Esta historia que pareciera extraída del realismo mágico de García Márquez, al conocer la noticia que falleció la última descendiente de ese linaje de Agustín Barba y contar con una enorme familia que esta diseminada a lo largo y ancho de Colombia.
Recordamos los tres antecesores fallecidos que publicó el periódico EL ORIGINAL,
2 de febrero 2018, falleció, Nellys Torres de Mendoza, a los 83 años de edad; fue una de las mujeres más queridas en la comunidad simiteña, por su idoneidad y respeto que infundía. Madre de Edilma, Maria Eugenia, José Enrique y Emel Mendoza Torres.
Mientras el 22 de diciembre de 2019, a los 83 años de edad murió en la ciudad de Montería, Córdoba, Rafael Aya Barba Torres, solo quedan dos de los 62 hijos que tuvo el patriarca de Simití, Bolívar, José Agustín Barba.
Después que se conociera este año la muerte de Betulia Torres Barragán en San Pablo, seguida por Nelly Torres, falleció a la 1 de la tarde del 22 de diciembre del presente anuario en la capital de Córdoba.
Rodeado de sus hijos, el último hijo de Octaviana Torres que quedaba vivo, dejó sellado con tinta indeleble el fin de la dinastía de era interminable, porque impero en un siglo entero.
En esa fecha se publicó “Solo quedan dos hijos del viejo José Agustín Barba, considerado un semental de tiempo completo.
En la ciudad de Barranquilla queda, la hija de la niña Juana Alcocer y Ovidio Chávez del Cerrodeburgos, que reside en el barrio La victoria de Simití”.
Pero Ovidio Chávez, murió el 28 de agosto del 2022 a los 89 años de edad en el municipio de Simití, Bolívar, sólo queda una mujer de la generación del viejo José Agustín Barba, el patriarca del municipio de Simití, que engendró 62 hijos, en los que más se recuerdan en el sur de Bolívar, Luis Napoleón Barba López y Milciades Torres Barragán.
El viejo Ovidio, era un hombre tolerante, conservador de buenas costumbres; gran parte de su vida la compartió con su familia en el Cerrodeburgos; pero por cosas del destino, con el tiempo se trasladó al casco urbano de Simití, Bolívar, donde residió en el barrio La Victoria; este humilde hombre hizo parte de la dinastía Barba, aunque nunca portó el Barva de su progenitor, porque en la década de los 30, solo los hijos del matrimonio, podían llevar el apellido de su padre.
A él lo antecedió en la muerte, en la ciudad de Montería, Córdoba, Rafael Aya Barba Torres, que falleció a la 1 de la tarde del 22 de diciembre del 2018 en la capital de Córdoba; solo quedaban dos (2) hijos de los 62 genes diseminados por el patriarca de Simití y Ovidio era uno de ellos.
Después que se conociera el mismo año la muerte de Betulia Torres Barragán en San Pablo, seguida por Nelly Torres Barragán en la ciudad de Cartagena y sepultada en Simití; solo queda una de sus hijas del gamonal de la Romería, José Agustín Barba, considerado, el semental de tiempo completo de la ribera del Magdalena; él, dejó sellado con tinta indeleble el fin de la dinastía de 62 hijos; así se lapida el fin de la dinastía del hombre más adinerado en el Valle del Magdalena, pero más promiscuo del sur de Bolívar; la hija de la niña Juana Alcocer, que recorría los pasillos para descasar en un taburete ubicado en un gigantesco jardín, donde está estampada en la pared: “UNO SIEMPRE VUELVE A LOS VIEJOS SITIOS DONDE AMÓ LA VIDA” así con estas letras, terminaría la era de los 62 hijos del gamonal más reconocido de la ciénaga de Simití, Don, José Agustín Barva, un verdadero Semental.