Un tronco en la mitad del caño de Simití, impide la evacuación de la taruya y las plantas acuáticas hacia el río; los vehículos fluviales han encontrada una barrera que les impide la libre movilidad, debido a un árbol que cayó en la mitad; el árbol caído se encuentra en toda la mitad de las torrentosas aguas que comunican la ciénaga de Simití con el río Simití.

Los viajeros, campesinos, colonos, motoristas y pescadores pierden mucho tiempo y se han visto en la necesidad de tratar de destruir las algas de agua dulce que impiden el paso a chalupas y todo tipo de embarcaciones.

Las demoras son largas mientras pasan el obstáculo y piden a la administración que retire el tronco que ha formado una represa con la taruya o buchón acumulado que impide el flujo normal.