Un hombre, un Brazo, construye un acueducto veredal para muchas manos
Por: David Torres, Periodista en Zona de Alto Riesgo.
En medio de un ambiente agreste, el bosque seco que forma la Sabaneta del Balón; Noel Contreras, construyó un acueducto; pero el realismo mágico que dibuja esta nota, es que, con un brazo, él sólo, construye un acueducto veredal para beneficiar a muchas lavanderas que pueblan la zona semidesértica de Simití, en el departamento de Bolívar.
Ahí, el territorio de la serpiente cascabel, el espacio de los últimos jaguares y el teatro de los monos aulladores; el viejo ciudadano del campo, busco entre las rocas gigantes que erigen las montañas rusticas, una cueva donde hay un nacedero de agua manantial, más dulce para el paladar, que puede tomarse directamente sin utilizar desinfectantes.
En la entrada al socavón le colocó una puerta de hierro, cerrada herméticamente con un candado para que ni los alacranes negros o reptiles entren al interior, que es adornadas por estalactita y estalagmitas que cuelgan mágicamente como la mansión de Drácula; allí instaló una moto-bomba a gasolina que impulsa el agua a un tanque de almacenamiento que puede retener más de 16 mil litros de agua fresca; que después será distribuida a su residencia, la vieja casa de campo, donde reside con su mujer y varios obreros; también instalará varios lavaderos comunales, donde las mujeres vecinas pueden lavar y recoger agua pura para llevar a sus casas; pero para proteger la manguera, utilizó lajas de piedra negra, convirtiéndolas en un sendero peatonal, para que el ganado con su pezuña, no la rompa o la dañe.
Mientras tanto el ganado, caballos y los camuros se ven bien alimentado; ellos cuentan con albercas donde pueden beber agua fresca permanentemente, dando un ambiente de paz.
Noel Contreras, se ha convertido en el mago del oasis, que, en una zona extremadamente seca, que alcanza los 43 grados centígrados, puede abastecer del líquido a muchas familias y animales, sin exigir un solo peso.