Simití… demostró disciplina en la fiesta patronal.
Con un control rigoroso en las medidas de bioseguridad, el alcalde de Simití, Bolívar, Orlando Gómez Solera y el párroco, José Antonio Flórez Duque, demostraron que el municipio ejemplo en el sur de Bolívar, por encima de San Pablo, Santa Rosa del sur y Morales juntos, es sin duda alguna Simití.
Todas las medidas de bioseguridad se cumplieron al pie de la letra como: desmotivar a los fieles de los municipios vecinos para que no visitaran el santuario en esta temporada de las fiestas patronales de Nuestra Señora de la virgen Original, para evitar un rebrote o contaminación de la pandemia del coronavirus.
Con barrera de control por sectores, entrega gratuita de tapabocas; no permitir las aglomeraciones, el atiborramiento de visitantes y peregrinos en el templo y en prohibir los conciertos; lavado de manos en las calles con jabón y desinfectantes, fue una muestra que los simiteños manejaron con responsabilidad las fiestas de veneración del oleó Original de la Santísima Virgen María que reposa en el nicho del Santuario de Simití.
Cada funcionario de la alcaldía de Simití, que se convirtió en un soldado más y en conjunto con las autoridades militares y de policía, se logró algo nunca vista en el sur de Bolívar, ¡disciplina! donde la “vagabundina” se fue para otro lado, para otras fiestas; donde se refleja en los tomadores y parranderos que cada año se atiborraban en el bailódromo del parque Original.
No es un aplauso para la primera autoridad y el párroco que ganaron un 9 en calificación, sino para los ciudadanos del campo, visitantes y citadinos que lograron el premio mayor de 10 en calificación de uno a Diez, por su buen comportamiento, disciplina en evitar que más hermanos se infecten o mueran por la propagación del COVID-19.