Sepultado Ovidio Chávez, el penúltimo de 61 hermanos de la dinastía de José Agustín Barva
Ovidio Chávez, murió el 28 de agosto del 2022 a los 89 años de edad en el municipio de Simití, Bolívar, sólo queda una mujer de la generación del viejo José Agustín Barba, el patriarca del municipio de Simití, que engendró 62 hijos, en los que más se recuerdan en el sur de Bolívar, Luis Napoleón Barva López y Milciades Torres Barragan.
El viejo Ovidio, era un hombre tolerante, conservador de buenas costumbres; gran parte de su vida la compartió con su familia en el Cerrodeburgos; pero por cosas del destino, con el tiempo se trasladó al casco urbano de Simití, Bolívar, donde residió en el barrio La Victoria; este humilde hombre hizo parte de la dinastía Barba, aunque nunca portó el Barva de su progenitor, porque en la década de los 30, solo los hijos del matrimonio, podían llevar el apellido de su padre.
A él lo antecedió en la muerte, en la ciudad de Montería, Córdoba, Rafael Aya Barba Torres, que falleció a la 1 de la tarde del 22 de diciembre del 2018 en la capital de Córdoba; solo quedaban dos (2) hijos de los 62 genes diseminados por el patriarca de Simití y Ovidio era uno de ellos.
Después que se conociera el mismo año la muerte de Betulia Torres Barragán en San Pablo, seguida por Nelly Torres Barragán en la ciudad de Cartagena y sepultada en Simití; solo queda una de sus hijas del gamonal de la Romería, José Agustín Barba, considerado, el semental de tiempo completo de la ribera del Magdalena; él, dejó sellado con tinta indeleble el fin de la dinastía de 62 hijos, y uno fue el que falleció ayer; así se lapida el fin de la dinastía del hombre más adinerado en el Valle del Magdalena.
En la ciudad de Barranquilla queda viva, solo la hija de la niña Juana Alcocer, aun recorre los pasillos, para descasar en un taburete ubicado en un gigantesco jardín, donde está estampada en la pared: “UNO SIEMPRE VUELVE A LOS VIEJOS SITIOS DONDE AMÓ LA VIDA” así con estas letras, terminaría la era de los 62 hijos del gamonal más reconocido en la ciénaga de Simití, Don, José Agustín Barva.