Como un hecho insólito, pero sin dejar de pensar que es aterrador; una paciente que fue remitida del hospital de Segundo Nivel San Antonio de Padua de Simití, Bolívar, pasó el susto más amargo de su vida; su camilla salió volando, después de golpear y abrir la puerta de atrás de la ambulancia; calló a la carretera, rodó varios metros, pero para fortuna de la paciente que era remitida por una hipercrisis diferente, solo sufrió una fractura en un brazo.

Una historia para NO creer; la paciente fue remitida de Simití, al Cerro de Burgos, llevada en un carro particular, porque el sanatorio No tiene ambulancia; fue trasladada en la ambulancia acuática al puerto de Gamarra, Cesar, donde la esperaba la ambulancia terrestre, contratada por el centro médico de Simití; tomó la paciente y se dirigió a la ciudad de Bucaramanga.

En la carretera plana de la Ruta del Sol, todo iba bien, pero… cuando el automotor tomo la montaña, subiendo a la ciudad de Bucaramanga, se salió la camilla, salió “volando” por la puerta de atrás de la ambulancia y aterrizó en el asfalto; la camilla rodó como un automóvil de carrera “loco” sin control; pero la suerte estaba echada para la enferma, no era su día para morir.

Un vehículo que cruzó en el momento, los ocupantes la recogieron; el hombre manifestó: -“Gracias a Dios, No paso un bus intermunicipal, esos BRASILIAS, BERLINAS o un COPETRAN, o esos automóviles que van a toda velocidad en las carreteras nacionales; sino, el fin hubiese sido trágico y sangriento”

El equipo investigativo del periódico El Original, Principales Noticias del Magdalena Medio, conoció que la ambulancia está contratada por el sanatorio de Simití; es la que hace las remisiones del Hospital de Segundo Nivel, San Antonio de Padua; propiedad de un contratista de Aguachica, Cesar, identificado como: José Antonio Bermúdez Cabrales.

Según las averiguaciones, el automotor de placa JPU 300 matriculado en la ciudad de Envigado, NO se encuentra habilitada por la Secretaria de Salud del departamento del Cesar.

Que está pasando en el Hospital de Simití, donde los conductores han sufrido accidente, por la carga laboral; a otros lo han despedido, ha denuncias que llevan pacientes en carros particulares hasta el cerro de Burgos y ahora que el Hospital No cuenta con ambulancia propia, contratan una con todos los torcidos, que deja a la luz pública, la corrupción que se vive en su interior el centro médico.