Milciades Torres, el líder político de la Romería, cumplió 43 años de fallecido.
Por: Oriana de Las Américas.
El político simiteño, exdiputado, ex cónsul de Panamá, exconcejal y ex alcalde de Simití, Milciades Tulio Torres Barragán, cumplió 43 años de fallecido, murió el 16 de diciembre de 1977, un dia despues de las festividades de la Virgen Original.
Sus narraciones aun retumban los tímpanos de los filántropos del sur de Bolívar; una de las historias que estremece el realismo mágico se basa en las vivencias del alcalde de esos entonces, Manuel de Jesús “El Chule” Hernández Vásquez; esposo de la madre putativa de muchos Simiteños, Raquelita Serpa de Hernández. Estas historias se ha contado de generación en generación y se remonta al mes de noviembre de 1963.
Mientras Milciades Torres Barragán, se codeaba en los debates entre diputados; se le vino la idea de llevar a sesionar la plenaria de la Asamblea Departamental de Bolívar a su pueblo natal; en esa proposición manifestaba, que, por el abandono y la lejanía de los poblados del sur de Bolívar, era necesario sesionar el 23 de noviembre de 1963 en el municipio de Simití.
La orden del alcalde, Manuel de Jesús, era preparar la mejor bienvenida, dar la logística con todos los juguetes; comida y bebida para todos los asistentes que recibieran a los diputados; pero lo más importantes es que se contrató la mejor banda de música de la región, donde el inigualable trompetista de los pantanos, Juan de Dios “Coyoye” Salazar, el mago de la música de viento amenizaría la fiesta.
Así fue… se colocaron banderitas poli-cromáticas en las puertas de los corrales; la entrada de las viviendas, en la casa de Las Flores de Lelita, relucía el amarillo, azul y el negro; se limpiaron las calles, se prendieron los motores generadores de energía eléctrica que alumbraba una luz amarilla tenue y se compraron cientos de voladores para hacer el recibimiento de los ilustres y honorables hombres de Bolívar.
Se mataron todas las vacas que pudieron, para abastecer todo el pueblo, para que no se quedara nadie sin comer; se compró el ron necesario para alegrar los asistentes y, músico maestro.
Mientras tanto los diputados se alistaban en la ciudad de Cartagena de Indias, para emprender ese viaje largo, esa odisea que duraría más de dos días en llegar al destino del municipio más antiguo del Magdalena Medio colombiano, ubicado en una zona inhóspita de la geografía, poco tocada por la “civilización”.
El gobernador de Bolívar, Rafael Vergara Tamara, sincelejano de corazón, le daba un toque de incertidumbre a la sesión de la asamblea departamental y cuestionó el viaje, argumentando que era una pérdida de tiempo; pero… el poder político de Milciades Torres, lo hizo apoyar la sesión en el municipio más extremo de la geografía del departamento, donde se debía hacer presencia política del Estado.
Al salir de la capital de Bolívar, pasaron por la Puerta de Oro, Barranquilla; luego cruzaron en ferri, el gran río Magdalena y tomaron un bus de escalera que lo conducía a el municipio de Ciénaga, Magdalena, donde abordarían el tren de “Palito” que los conduciría a Gamarra, Cesar, donde lo esperaban en el primer puerto fluvial del Cesar, chalupas de aluminio con motores fuera de borda de 35 caballo, Evinrudes, ese aparato de color azul con blanco, que retumbaba en los barrancos de la ribera del Magdalena y levantaba curiosidad en los niños que gritaban de alegría, el curso de las embarcaciones rápidas, para luego dos horas más tarde, entrar a la gigantesca ciénaga de Simití, donde se vislumbraba el panorama agreste del hermoso poblado incrustado en una península de tres kilómetros de largo.
Pero una noticia estremeció el mundo… fue la razón que frustró la llegada de los diputados a Simití; ahí, cuando se disponían tomar el tren de “Palito” el noticiero que se trasmitía en las primeras horas de la mañana por la Emisora Atlántico, anunciaba la tragedia política:
“Atención, Atención Colombia… Urgente… acaba de morir el presidente de los Estados Unidos, John F Kennedy, después de sufrir un atentado”
El alboroto desestabilizó no solo a los viajeros, sino que el Tren de “Palito” se detuvo de inmediato y el periodista, Pedro Juan Meléndez Comas, fino y elocuente locutor barranquillero, originario del tradicional barrio Rebolo, donde nació el 23 de octubre de 1933, volvía a anunciar secuencialmente la noticia.
“Urgente, noticia de última hora… colombianos, “el viernes 22 de noviembre de 1963, en la ciudad de Dallas, Texas, del país del norte, Estados Unidos a las 12:30 p. m., hora estándar del centro (18:30 UTC). John F Kennedy fue mortalmente herido por disparos mientras circulaba en el coche presidencial en la Plaza Dealey”
Muchas acciones o comportamientos atípicos del periodista llegado del interior del país, incomodaban en plena época de la década de los 60; a eso, finales de 1963; estando vinculado a Emisora Atlántico; duró poco tiempo, allí, el Director, Carlos Fernández Garay ordena su salida por comunista, porque Radelco (Radiodifusores de la Costa), organización de dueños de las emisoras, desoye la petición de Pedro Juan, de instalar un ventilador en la cabina de locución de la emisora.
Mientras tanto el diputado Milciades Torres Barragán, desesperado por quedar con todo listo en el viejo pueblo del sur de Bolívar, decide colocar desde el Magdalena un telegrama urgente al Alcalde:
«Alcalde Manuel de Jesús Hernández Vásquez, se abortó el viaje de los diputados de Bolívar a Simití; solicito disculpe a los seguidores Conservadores, por tan lamentable falta”
La primera autoridad de los simiteños, “Chule” Hernández, decide gastar la carne, las bebidas y dejar que “Coyoye” con su trompeta, alegrara las calles y la verbena; él con su dicharachería, montó el fandango para que todos disfrutaran del parrandón y de lo que ya la administración había contratado para que NO se perdiera, lo disfrutaran los simiteños.
Su oponente, el político más cercano, su hermano, Luis Napoleón Barva López, godo conservador, Laureanista de sepa, al ver el jolgorio y la “vagabundina” que se había generado por la no llegada de los miembros de la Asamblea Departamental, denunció el bochornosos hecho ante el Presidente de la República de Colombia, Guillermo León Valencia, Segundo líder del sistema de gobierno del Frente Nacional.
De inmediato remite la información del hecho insólito, al gobernador, Rafael Vergara Tamara y le pide destituir al alcalde de Simití, quien deshonró la memoria del Presidente de los Estados Unidos de América, John F Kennedy, él envió un telegrama:
“Respetado Gobernado de Bolívar, Rafael Vergara Tamara; mientras el mundo llora la muerte del presidente de los Estados Unidos, John F Kennedy, en el municipio de Simití, el alcalde, Manuel de Jesús Hernández Vásquez, festejó el asesinato del líder mundial con comilona, francachela. El telégrafo decía: “…con música de su compadre, Juan de Dios Salazar, conocido como “Coyoye” y adicional lanzó voladores y pólvora de alegría; es una deshonra para el departamento y el país, tener un alcalde que no entienda de política exterior y que se alegre de la muerte del presidente de la potencia del mundo y aliado de Colombia”: atentamente Luis Napoleón Barva López, líder Conservador y defensor de su política gubernamental.
A las 24 horas, Simití, Bolívar, tenía nuevo alcalde. Manuel de Jesús “El Chule” Hernández Vásquez, fue destituido fulminantemente del cargo como alcalde de Simití y comenzó la era de Napo, un ilustre bachiller de la región.