A garrotazo o a plomo, mataron el excomandante de la guerrilla del ELN, Gustavo Pérez Arévalo, alias Gustavo Torres, “mano de ñeque” apodo que lo marcó en el territorio por su brazo seco, consecuencia de recibir en su extremidad, machetazos; operaba en la serranía de San Lucas; a él le atribuyen un centenar de secuestros y asesinatos.
Se trataba del “comandante Torres”, quien tomó su nombre del legendario guerrillero el cura, Camilo Torres, algo opuesto a los principios del ideólogo, fue el autor de múltiples secuestro y asesinatos. Noticia en desarrollo. Se publicará toda su historia en el periódico físico de El Original, Principales Noticias del Magdalena Medio