Los médicos simiteños, son igual o mejor que los cubanos.
Los médicos nacidos ó de raíces en el municipio de Simití en el departamento de Bolívar están bien acreditados en Colombia.
Ellos, los profesionales de la salud en todo el país son de una calidad profesional alta, No solo por su academia y vocación como los médicos de cuba, sino su entrega total, se convierten en unos apasionados de la medicina igual que Hipócrates y los hacen en grandes.
Desde que el primer médico y fundador del hospital regional San Judas Tadeo de Simití, década de los años 60 en el siglo XX, medico graduado en Argentina, Jaime Antolín Sobrino Barva, muchos siguieron sus pasos; ahí recordamos, el primer graduado médico simiteño, Segundo Barba López, seguido de Leoncio A Bastida, Rubén Guerrero López, para darle paso a la nueva generación que se impone.
En cada clínica, hospital o el más humilde Centro Médico de Colombia, encontramos un profesional simiteño, lo caracteriza no solo su bondad, estudioso, cariñoso, su atención conque tratan a los moribundos y enfermos, con una sencillez o calidez única; ellos se entregan por completo para sacar adelante a los pacientes de su convalecencia.
Después de pasar 11 días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), del Hospital Universitario del Caribe, un lugar que parece más una naves espacial, llena de astronautas vestidos de azul y blanco (médicos especialistas y enfermeras), rodeado de computadoras, tubos y mangueras, que diseminan un pito enloquecedor e insoportable y aburrido, que da terror; si, ese espacio temido por todos por las publicaciones diariamente en los medios de comunicación; allí, conocí a un joven intensivista, divino, cariñoso, respetuoso; tan afable, con una sonrisa desbordante de alegría inmarcesible; con una atención única en su trato, que reanima o levanta a cualquier moribundo; les hablo de Álvaro Fría Salazar.
David Torres, periodista en zona de alto riesgo, es paciente oncológico, víctima de la minería criminal; ha recibido en menos de un año más 700 mil pinchazos de agujas de jeringas por todo su cuerpo, porque le han hecho exámenes de todo tipo y extraído ciento de muestras de sangre que podría llenar un barril con líquido de la vida.
Desde mayo del 2023, año del infierno del dolor que deja el cáncer, se realizó los primeros exámenes en la clínica, Carlos Ardila Lülle de la ciudad de Bucaramanga, donde se practicó más de 90, incluyendo glicemia, hemograma, Elisa, Próstata, triglicérido, colesterol, entre otros, además cuanto endoscopia y colonoscopia le realizaron, para descubrir que tenía Linfoma No Hodgkin, células b grandes; además, pasando por cuanta clínica y hospital, llegó al Centro Radio Oncológico del Caribe, en la ciudad de Cartagena, donde recibí otra tonelada de pinchazos, incluyendo las quimioterapias, las cirugías y los múltiples exámenes, donde le han extraído ciento de centímetros cúbicos de sangre y donde le han tenido que hacer transfusiones.
Tengo que resaltar al medio apasionado de Simití. Fría Salazar, que se ha convertido en un producto humano posicionado en el mercado; es aquel galeno que tiene una imagen definida en la mente de los consumidores o pacientes.
Esto se logra a través de estrategias de marketing que diferencian el producto de la competencia, pero los médicos simietños, se han hecho a pulso, con perseverancia, sabiduría y constancia.
Ahí, encontramos a Óscar Fernando Contreras, el medio o ángel del dolor y cuidados paliativos del Centro Radio Oncológico del Caribe, aquel que cuando niño vendió limones, piñuelas, guayabas sabanera, ciruelas, jobos y recorría las calles polvorientas del pueblo a pie pelado (descalzo), es de resaltar por superación.
Puedo contar más médicos, como la Intermitas del Hospital Universitario del Caribe, Katherine Gómez Barragán, aunque tímida, sus ojos azules le resaltan responsabilidad, es una gran profesional; igual que Carlos Angarita Iglesias, Nelson Quintana Díaz, Kelly Muños Ortiz, Ingrid Mirella y su hermano Humberto Torres Ávila, Álvaro Ariza y Leidy Ariza Espitia, Alba Londoño Torres, Yesenia María y Gabriel García Fuentes, Yisel Torres, José Carballido Chávez, Edwin Alvarado Mendoza, María Fernanda Mendoza Mendoza, Luz Helena German Silva, Gabriel Marcelino González Toloza, Yuris Vanessa Ortiz Hernández, Lili Rocío Barragán Ortiz, Yuletzy Angarita Iglesias, Adriana Lucia de Aguas Mendoza, Susana Caro Sobrino, Yadith Estela Hernández Arenas y el hijo de Silfredo Arenas, Millet Fernanda Navarro Salazar, Carlos Barrios Mendoza, José Luis Martínez Figueroa, Bercelino Pacheco Pérez, Álvaro Ariza Espitia, Jorge Mario Iglesias González, Fredy Rangel Iglesias, José Gabriel Noya Ortiz, Luis Alberto Díaz Ortiz, Kevin Torres Rojas, Tanifel Victoria Trespalacios Yanes, Juan David Toloza Salazar, Miguel Iglesias, Jaime Román Troncoso, Fidel Ernesto Sobrino Mejía, Demila Urueta Guerrero, José Gregoria Hernández Toloza, Juan Pablo Sobrino, Katya Rendon Torres, Hugo Arrieta Ortiz, entre muchos que llenaría la hoja de la nota periodista de buenos doctores.
Todo este arrume de médico excelentes, son simiteños, dan una lectura buena de profesionales en el país; estudiosos, dedicados a los suyo, donde se resalta lo humano, en el pueblo que sobresale porque tiene más médicos que cualquier municipio de Colombia, de acuerdo con el índice poblacional.