Con la corte de la mentira, que tratan de desviar la atención y legitimar la decisión absurda de la demolición del Jardín Infantil ¨Capullito” aumentan en el municipio de Simití, en el departamento de Bolivar, ¨las Pinochadas” del alcalde Quintana
En un acto que ha generado profundo asombro y desazón entre los habitantes de Simití, el municipio más antiguo del sur de Bolívar, el alcalde Quintana con el discurso emitido en su página de Facebook, donde trata de justificar la orden repentina de la demolición de la Sede Educativa del jardín Infantil Capullito (que se encontraba activo y además estaba acondicionado para niños y niñas de preescolar, antes de ser trasladados al Megacolegio, donde deben recibir clases y NO en la sede vieja de la escuela Santa Teresita)
La justificación falsa es que es propiedad de municipio; si pero eso no le daba facultades para hacer la torpeza que hizo.
Las edificaciones útiles y en funcionamiento construidas por el Estado NO deben demolerse por simple capricho:
Para demoler el jardín deberían tener permiso del Concejo Municipal, y según las afirmaciones del concejal, José Mazo López, eso nunca se dio.
Tenia que socializarse con la comunidad afectada, y tampoco se hiso.
Tenia que colocar una valla, que anuncia la construcción de la Plaza de Mercado, su valor y todos los datos requeridos para desarrollar una obra.
Tenía que avisarles a las docentes y No cogerlas sorpresivamente.
El lugar no es el más adecuado (porque no se tomó las instalaciones de la Escuela María Gómez, que es una sede o instalaciones en malas condiciones, porque es la más antigua del municipio)
Se tenia que hacer un estudio de viabilidad y factibilidad, de la evacuación de las aguas servidas, ya que alrededor hay muchas viviendas en el barrio San Francisco, que recibirá el impacto de los malos olores.
Pero será viable una plaza más en Simití:
NO, ya existe una subutilizada, construida por Luis Napoleón Barva López.
Demostrada que la modernidad del siglo XXI, las plazas de mercados están mandadas a recoger, ya que no son viables y se convertirán en un elefante… NO, me equivoque, en un Mamut Blanco. (Te invitamos para que visites la de Santa Rosa del sur, es un chiquero)
No tenemos confirmación del costo total de la obra, presuntamente se presume que valdrá uno seis mil millones de pesos dado por el gobierno nacional para sacar la tajada de la política y que siempre en estas obras se recogen dos mil de pesos que siempre terminan en el bolcillo izquierdo de los ampones de cuello blanco.
El jardín Infantil ¨Capullito¨ fue una institución que por décadas albergó a generaciones de niños y niñas en su etapa de educación inicial. Más de 120 estudiantes, entre los 5 y 7 años, asistieron el pasado viernes 11 de abril a su última clase en medio de una escena desconcertante: las demoliciones ya habían comenzado, con los menores aún presentes en las instalaciones.
El impacto emocional ha sido profundo tanto para los docentes como para los padres de familia y los habitantes de Simití. Las profesoras Idalides Ballesteros, Yudis Torres y Patricia Rodríguez, junto a toda la comunidad educativa, expresaron su sorpresa y dolor frente a la inesperada destrucción de una infraestructura que representaba no solo un espacio de aprendizaje, sino un símbolo del arraigo y la identidad educativa del municipio.
La decisión, tomada de manera unilateral por el mandatario local, ha dejado más preguntas que respuestas. ¿Qué ocurrirá ahora con el indio Miti, la única estatua municipal que representa la historia viva de Simití? ¿Es posible que el alcalde no reconozca el valor cultural de esta emblemática esfinge indígena?
Capullito fue construido en 1992 durante el gobierno de Félix Trespalacios Palomino, quien, tras recibir facultades del Concejo Municipal de la época, impulsó la creación del centro educativo. Hoy, más de tres décadas después, la historia parece borrarse con el polvo de la demolición. Según el concejal José Fernando Mazo López, contactado por El Original, el Concejo actual no ha otorgado facultades al alcalde Wilman Quintana González, para cambiar la destinación del predio, ni fue informado sobre el inicio de las obras, lo que ha causado aún más desconcierto entre los líderes locales.
Al parecer, el alcalde Quintana González, se le está creciendo la nariz, de las mentiras injustificadas que emite; una resolución por su cuenta, asumiendo toda la responsabilidad para declarar el terreno y destinarlo al Punto de Abastecimiento Solidario (PAS). En un nuevo capítulo de lo que muchos consideran un gobierno marcado por la imposición y la falta de diálogo. La ausencia de concertación comunitaria ha sido una constante durante su administración, actuando repetidamente a espaldas del pueblo y desoyendo voces que piden inclusión y transparencia en las decisiones públicas.
Si bien existen algunos sujetos ¨vende pueblo” que apoyan la construcción del PAS en el lugar donde antes funcionaba Capullito, son cada vez más quienes se preguntan si el progreso debe venir al precio de la memoria cultural y educativa de un pueblo que, en apenas 12 años, celebrará cinco siglos de historia y de la improvisación, donde tuvieron que escoger un día especial y de noche, para comenzar a tumbar una obra que estaba bien construida y que fácilmente podría ser un CDI, y no con el ridículo testimonio que era propiedad del municipio, si, todas las instalaciones gubernamentales son propiedad de Estado y del municipio, pero que no se pueden demoler por capricho de un alcalde que se le sigue creciendo la nariz.