Campesinos cocaleros, se toman la entrada de Simití, se esperan más de mil quinientos jornaleros
En menos de 48 horas, el municipio recibe una comunidad desplazada por los enfrentamientos entre guerrilla del ELN y paramilitares Gaitanistas; hoy, cien campesinos se toman la entrada de Simití, Bolívar, y se espera que lleguen mil quinientos jornaleros más. Los primeros cien campesinos cultivadores de la hoja de coca, llegan a Simití, en protestas por los acosos de la fuerza pública, con la erradicación de cultivos ilícitos.
En los últimos días, campesinos cocaleros, han presentado enfrentamientos con la policía encargada de erradicar los arbustos de coca en las serranías de San Lucas.
Se esperan en estos dos días que arriben al municipio dos mil campesinos procedentes de las estribaciones de la cordillera central, que se dedican al cultivo de la planta maldita y se concentraran en el municipio de Simití; los municipios que cuentan con cultivos ilícitos son Santa Rosa del sur, Cantagallo, San Pablo, Arenal del sur y Morales en el departamento de Bolívar.
Según el Vocero Ferney, el gobierno central los obligo a protestar, ya que el estado quiere arrancar las matas de coca, sin dejar beneficios de escuelas, carreteras, trabajo y beneficios sociales; ya que ellos toda su vida, han trabajado con la coca y quieren sustituir los cultivos, por pancoger, pero que tengan salidas para beneficio y sobrevivencia de sus familias.
Durante 48 horas (miércoles y jueves) la vía principal que une al municipio de Santa Rosa del sur, con San Pablo, Morales y Simití, No estará bloqueada, pero si congestionado por el recibimiento de mil quinientos labriegos, que reforzaran los campesinos que pernoctando están en la entrada de Simití, Bolívar.
Irónicamente esta vez esa comunidad que durante tantos años ha sido golpeada por la violencia, no protestaba por el crimen de algún líder, como el caso de los campesinos desplazados del corregimineto de EL DIAMANTE, que se desplazaron también al casco urbano de Simiti; o por la falta de agua potable, las extorsiones, los atentados guerrilleros o la campante corrupción de su clase dirigente.
En esta ocasión la protesta era por un hecho bien particular: porque La Policía erradica los cultivos de coca sembrados en cientos de parcelas que bordean la cordillera o las que están localizadas en el cañón del infierno.
Ellos piden la presencia de todos los alcaldes del sur de Bolívar y la presencia de funcionarios del Estado; siguen exigiendo el cese de la erradicación forzada de sus cultivos de coca en la serranía de San Lucas.
La imagen de esa protesta es bien particular no solo por tratarse de comunidades que exigen derechos sobre un cultivo considerado ilícito, sino porque injustamente el gobierno del Presidente Ivan Duque Marquez, los tiene excluido de los programas de sustitución, ya que se requiere ser piloto en procesos de erradicación; precisamente focalizaron sus esfuerzos para poner en práctica el ambicioso Plan Nacional de Sustitución como uno de los puntos pactados en el acuerdo firmado en La Habana.
A ese detalle le agregamos que las protestas cocaleras surgen justamente cuando las agencias internacionales que monitorean el crecimiento de los cultivos de coca tienen la mirada puesta en estos territorios como conejillos de laboratorio; para mostrarle al gobierno de Joe Biden, que están erradicando las matas de coca; esas manifestaciones se dan cuando el gobierno de Colombia tiene que mostrar resultados y se debate la conveniencia o no de la suspensión de las fumigaciones aéreas.
Se requiere que el gobierno de Duque, conozca las pretensiones de los cultivadores de la hoja de coca en el sur de Bolívar.