• Colombia refuerza su poder naval con la llegada de tres nuevas patrulleras tipo ‘Islands’, que se integran a la Armada Nacional como símbolo de soberanía y cooperación internacional.
• La transferencia de estas unidades refleja el alto nivel de confianza bilateral con EE.UU., mientras el país invertirá en su operatividad durante la próxima década.
• Estas plataformas fortalecerán el control marítimo, la lucha contra el crimen transnacional y la capacidad del Estado para proteger los intereses estratégicos desde el mar.
En una ceremonia cargada de significado histórico y visión estratégica, la Base Naval ARC Bolívar de Cartagena fue escenario de un hito para la seguridad marítima del país: la Armada de Colombia recibió oficialmente tres buques patrulleros tipo Island, transferidos a través del programa de excedentes de Defensa del Gobierno de los Estados Unidos._
“Desde Cartagena, puerto de historia y soberanía, recibimos con orgullo estos tres buques que fortalecen el poder marítimo de nuestra Armada. Esta entrega no solo mejora nuestras capacidades operativas, también refleja los lazos de confianza y cooperación con Estados Unidos en la lucha contra amenazas comunes como el narcotráfico, la trata de personas y el crimen transnacional”, afirmó el Ministro de Defensa Nacional.
Las embarcaciones, antes al servicio de la Guardia Costera estadounidense, llevan nombres que evocan momentos clave de la historia naval de Colombia: ARC Batalla Toma de Sabanilla, Batalla de Cispatá y Batalla Noche de San Juan. Cada nombre honra una gesta patriótica que recuerda el coraje y la estrategia del almirante Padilla y los hombres y mujeres que protegen el el azul de la bandera desde el mar.
Después de ser descomisionadas en Alaska, los buques emprendieron una travesía de más de 4.600 millas náuticas hasta arribar al Caribe colombiano. Con una velocidad máxima de 29 nudos y una autonomía cercana a las 1.440 millas, estas plataformas han sido probadas en condiciones extremas y ahora estarán al servicio de la soberanía nacional, desarrollando misiones de vigilancia, interdicción, rescate, apoyo humanitario y control ambiental.
“Una Armada sin buques es una fuerza de tierra. Por eso, estas nuevas capacidades fortalecen la razón de ser y la naturaleza de la Armada República de Colombia: proteger los intereses marítimos”, afirmó el jefe de la cartera.
El ministro también resaltó que, además del gesto de cooperación internacional, Colombia ha destinado una inversión cercana a los 5.000 millones de pesos para adaptar y mantener estas unidades operativas durante los próximos diez años. “Aquí no solo hay estrategia, hay visión de futuro”, señaló.
“Que el tricolor que ondea ahora en estas naves honre a quienes lucharon por una Colombia libre, grande, respetada y en paz. A nuestros marinos, les deseo buen viento y buena mar. Llevan consigo no solo una misión táctica, sino una responsabilidad histórica”, concluyó.
Con esta incorporación, la Armada de Colombia no solo amplía su flota: reafirma su compromiso con la defensa integral del territorio, la cooperación internacional y la protección de los mares como escenario estratégico para la paz y la seguridad y su compromiso integral con el Estado.
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