El alcalde de Simití, Orlando Manuel Gómez Solera lleva su progenitor, Edelberto José Gómez, para que viera con sus propios ojos, en que invierte los recursos de los simiteños.

Con una alegría inmarcesible y con el ahínco que lo caracteriza, el burgomaestre le indicó al viejo campesino y pastor evangélico, que esta obra marcará la historia de un pueblo milenario y será el preámbulo del desarrollo de un pueblo que solo contaba con una entrada y una salida; marcado por la indiferencia de las viejas administraciones que tenían olvidado en el tiempo, la igualdad de condiciones que debían tener los habitantes de la calle de Las Vacas, que en la época de lluvias tenían que soportar la inclemencia de los arroyos y el lodazal que se genera por la continua humedad.

Con la construcción de la pavimentación en concreto rígido se soluciona la movilidad de los simiteños, dándole una cara amable a la comunidad humilde de la calle del Terminal, donde se le mejoró la calidad de vida a muchas familias que allí residen.

Este es el mejor veedor, su padre; de una obra que se convierte en intachable para el desarrollo y la movilidad de un municipio que se dejó congelar en el tiempo.

En su cuenta de Facebook, el alcalde Orlando Gómez dijo: “Orgulloso me siento de caminar y mostrarle las cosas buenas que estamos haciendo en nuestro Municipio a mi ¡PADRE! la mejor forma de pagarle todo ese sufrimiento y dificultades por la que debió pasar para formarnos es esta; trabajando y sirviéndole a nuestra comunidad, como amor y respeto” puntualizó.